Coliseu do Porto

Obra central en la afirmación de la arquitectura portuguesa, el Coliseo de Oporto materializa las cualidades de dominio formal y espacial de Cassiano Branco […] La plasticidad de todos los elementos compositivos, la forma en la que se resuelve un programa tan complejo en un terreno con una forma adversa, la claridad del lenguaje adoptado, y el dinamismo que se confiere tanto a los espacios interiores, como a las volumetrías expuestas a la calle, atestiguan la participación determinante del arquitecto en el resultado obtenido.[…] Espacio de cultura y ocio de interés para toda la ciudad, exigirá ser dotado de una imagen emblemática. La fachada de la calle Passos Manuel, con un juego de volúmenes muy dinámico y un diseño de la aberturas que podría denominarse aerodinámico, sirve a este propósito. La presencia de la torre emerge por encima de los edificios del entorno y se proyecta convirtiéndose en una importante referencia urbana. Además de la dimensión de la sala, existen tres aspectos muy especiales que caracterizan a esta obra: el hecho de tratarse de un programa que reúne funciones tan diferenciadas como las de cine, hotel y sala de exposiciones; la versatilidad del espacio para espectáculos, que permite su utilización en forma de «escenario a la italiana», o alternativamente como pista; otro aspecto es el que se refiere a la relación de continuidad de la calle como espacio público con el atrio de entrada, vacío y cubierto, que prolongándola mediante una torsión la entrega al espacio interior del vestíbulo, organizado también como una calle que envolviendo la sala se reviste de escaparates y se anima con un espacio de café. En esta concepción subyace la intencionalidad evidente de unir entre sí el espacio público y la sala de espectáculos y, en sentido contrario, de encontrar la fluidez espacial necesaria para que el espectáculo se vincule al dominio público.

En Inquérito à Arquitectura Portuguesa do século XX Equipo IAPXX Norte, coordinación de Sérgio Fernández