Memoria
El nuevo convento de las Madres Capuchinas está situado en una amplia parcela al noroeste del centro urbano de Huesca. El proyecto retoma invariantes funcionales como el claustro y la iglesia y se organiza en torno a un patio cuadrado concebido como un jardín cerrado, herencia y recuerdo de la tradición conventual. El volumen edificado está formado por cuatro cuerpos de planta rectangular de distinta dimensión que se prolongan asimétricamente en sentido rotatorio delimitando el centro vital del edificio. La organización del programa y los recorridos quedan supeditados a esta ordenación que atiende al soleamiento y a las necesidades de la comunidad.
La estructura de hormigón se manifiesta en el exterior acusando su plasticidad sobre los tersos paños de ladrillo cerámico visto. El expresivo umbral de acceso a la iglesia preside la fachada principal del convento, anteponiéndose a las vidrieras del coro que tiñen de luz el interior del templo. Su campanile, perceptible desde un entorno lejano, es el principal contrapunto a la horizontalidad del edificio.
Tras la reciente marcha de las Madres Capuchinas debida a la escasez de vocaciones, está previsto la adaptación del conjunto para el Seminario de la Santa Cruz.
Alejandro Deán Álvarez-Castellanos y Marta Delso Gil
Uso original: Uso religiosoConvento/monasterioUso residencialResidencia
Reportaje fotográfico:
Categoría: Nivel A
Registro: Los equipamientos modernos
